El cuidado de la salud se ha convertido en una preocupación permanente para muchas personas y doña Elsira Década, una madre emprendedora afiliada al programa Juntos, identificó ese nicho de mercado para iniciar su negocio de venta de jugos nutricionales en el distrito de Pichanaqui, en Chanchamayo, Junín.
Como buena emprendedora, Elsira logró percibir los cambios en los hábitos de consumo de la población y se fue adaptando a ello. Inició su negocio vendiendo jugos, aprovechando la gran variedad de frutas que existen en la selva central y entrando en competencia con otros negocios cercanos.
Y desde hace dos años su emprendimiento empezó a crecer cuando se enfocó solo en la elaboración jugos verdes, nutricionales y de desintoxicación, los cuales envía por delivery a sus clientes, quienes conocen no solo los beneficios del producto, sino también su excelente sabor.
Los jugos verdes son un cóctel a base de vegetales llenos de agua, enzimas, vitaminas, minerales y los fitonutrientes que protegen de las células malas. Entre sus beneficios se puede mencionar que son fuente de antioxidantes, permiten absorber los nutrientes, ayudan a mejorar el tránsito intestinal, eliminar toxinas, mejorar el aspecto de la piel y fortalecer el sistema inmunológico.
“Los jugos verdes ayudan a mejorar el metabolismo de las personas, además de contener muchos nutrientes para el cuerpo. La buena preparación, verduras bien lavadas y la calidad del empaque hacen que más clientes me contacten”, comenta Elsira, quien además de emprendedora es madre de dos niñas.
Con videos en internet, cursos online gratuitos y mucho esfuerzo, Elsira ha construido su marca “Vamos bien”, la cual ha tomado fuerza con el tiempo y ha logrado fidelizar a sus clientes quienes solicitan sus jugos saludables, además de queques nutricionales, galletas de avena, entre otros.
“Mi sueño es tener una tienda orgánica donde pueda ofrecer productos nutricionales y también preparar alimentos para el consumo en tienda, a fin de mejorar la calidad de nuestra alimentación y tener una vida saludable”, acotó Elsira.
El negocio va viento en popa, pero no ha sido fácil. Los días de Elsira empiezan desde muy temprano, porque debe atender a Georgina, su pequeña hija de solo tres meses de nacida y a su otra hija, una jovencita que aún cursa la escuela secundaria. Ellas son el motor que la impulsa a esforzarse día a día, en busca de seguir creciendo y mejorando.
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