La inflación anualizada registró una reducción importante en junio al llegar a 6.71%, su nivel más bajo en 16 meses. Sin embargo, a pesar del adecuado manejo por el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), la inflación lleva dos años por encima de la meta que maneja la institución (entre 1% y 3%). La alta inflación es una fuente de preocupación para la economía peruana, en especial para las familias más vulnerables.
Al respecto, a partir de la
colaboración de Diego Winkelried del Centro de Investigación de la Universidad
del Pacífico (CIUP) junto a la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES), se
identificó cuán variados pueden ser los efectos de la inflación según
la condición de pobreza.
En años previos, el BCR realizó el
trabajo de controlar la inflación y mantener
la estabilidad de los precios, a fin de que los ciudadanos no
pierdan su poder adquisitivo. “De hecho, desde que el BCR adoptó la meta
de inflación en 2002 hasta antes de la pandemia,
la inflación se mantuvo baja y afectaba a los peruanos
indistintamente. Es decir, no se veían mayores diferencias entre
la inflación que vivían los ciudadanos en condición
de pobreza en comparación con aquellos no pobres ni vulnerables”,
señaló Paola del Carpio, coordinadora de Investigación de REDES.
Tras la llegada de la pandemia,
distintos factores internacionales han provocado que los precios se
disparen en todo el mundo de forma persistente, principalmente
los precios de los alimentos (inflación alimentaria). Así
también, componentes locales como los conflictos sociales y factores climáticos
impactaron en estos resultados. Ello afecta en mayor medida a las personas en
condición de pobreza, siendo el grupo poblacional que destina un mayor
porcentaje de su gasto a su alimentación.
Según estimaciones de Winkelried, en
promedio, un pobre y un pobre extremo destinan aproximadamente entre el 49% y
52% de su gasto solo a alimentación, respectivamente. Esta proporción varía en
las diferentes regiones a nivel nacional, donde en algunos casos el uso del
gasto en alimentación es incluso es más intenso.
“En tanto el fenómeno inflacionario
iniciado a mediados de 2021 ha sido liderado por el precio de los alimentos que
afecta más a los más pobres, la inflación ha afectado
desproporcionadamente más a estos ciudadanos. Por ejemplo, en el departamento de
Cusco, la diferencia del impacto de la inflación entre no pobres ni
vulnerables versus pobres extremos alcanzó los 17 puntos porcentuales en enero,
durante las protestas de inicios de 2023. Esto se debe a que, mientras el
primer grupo destina solo el 27% de su gasto a alimentación, el segundo destina
más del doble (61%)”, destaca Winkelried.
Algo similar ocurrió en Piura, donde la diferencia entre las inflaciones
percibidas entre los no pobres ni vulnerables en relación a los pobres extremos
llegó a 6 puntos porcentuales en mayo del 2023. Esto sucedió poco después de
que el ciclón Yaku afectara la producción de alimentos en la región. Sin
embargo, en este caso la proporción del gasto destinado a alimentación por las
personas en condición de pobreza extrema (51%) es menor que en Cusco.
En ese marco, el investigador
Winkelried señala que “el trabajo del BCR se ha orientado a reducir
la inflación impactada por componentes internacionales y locales, y a
proteger el poder adquisitivo de los ciudadanos”. A diferencia de otros países
como Colombia y Chile -cuyas tasas de inflación cerraron en el 2022
en 13.1% y 12.8%, respectivamente, el Perú cerró con 8.56%.
“Mantener
la inflación controlada y, con ello, preservar
la estabilidad de la moneda, beneficia más a los más pobres”, señala
el especialista del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico. En
esa línea, hace recordar que, entre el 2004 y el 2019,
la inflación promedio fue de 2.8% –la más baja de América del Sur– y
la pobreza se redujo en 40 puntos porcentuales.
Con estos resultados, del Carpio
enfatizó que el impacto más alto en los hogares pobres y pobres extremos
resalta la importancia de la acción focalizada del Estado para atender a esos
grupos, junto con la continuación de la labor del BCR para mantener
la estabilidad de la moneda.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario